La Toxina Botulínica o Bótox es uno de los tratamientos estrella para combatir las arrugas y marcas de expresión en frente, entrecejo y patas de gallo.
¿Qué es?
La toxina botulínica, habitualmente conocida como “Bótox” por ser éste el primer nombre comercial conocido, es una neurotoxina producida por la bacteria Clostridium Botulinum, que actúa paralizando o relajando la musculatura donde se aplica dependiendo de la dosis administrada.
¿Qué aplicaciones tiene?
Esta sustancia comienza a utilizarse con fines médicos en la segunda mitad del s XX y, si bien algunas de sus aplicaciones médicas más conocidas están vinculadas a la Medicina Estética, su empleo está aprobado para tratar, entre otras afecciones, las siguientes:
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Hiperhidrosis o sudor excesivo: su inyección en las zonas afectadas bloquea las glándulas sudoríparas evitando así que se produzca el sudor. Su aplicación principal suele ser en axilas.
- Incontinencia urinaria por vejiga hiperactiva: si la incontinencia se produce por hiperactividad neurógena del detrusor puede tratarse con toxina botulínica y el efecto dura alrededor de nueve meses.
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Estrabismo.
Aplicaciones en Medicina Estética:
Su utilización sólo está permitida en el tercio superior de la cara: en los músculos corrugadores, piramidal y en la parte externa del orbicular de los ojos y en el músculo frontal, es decir, en las zonas que habitualmente conocemos como “patas de gallo”, “entrecejo” y “frente”.
La toxina botulínica resulta especialmente eficaz para tratar en estas zonas las conocidas como “arrugas de expresión”.
Tratamiento: duración y recomendaciones
A la hora de plantearnos recurrir a la toxina botulínica es fundamental que lo hagamos en un Centro Médico y que siempre sea aplicado por un doctor o doctora especialista en dicha materia. En el caso de Clínica Visalia, de estos tratamientos se encarga siempre y personalmente la Dra Guadalupe España, acreditada con un Máster en Medicina Estética.
La aplicación en sí de la toxina botulínica tiene una duración aproximada de unos 20 minutos y se realiza de manera ambulatoria; tras una valoración médica se procede a la administración de la toxina y el paciente puede continuar con su ritmo de vida respetando algunas recomendaciones:
- Contraer los músculos tratados, realizar los movimientos que desencadenan las arrugas tratadas durante las siguientes dos horas.
- No acostarse en las siguientes tres horas, por el riesgo de presionar la zona tratada.
- Evitar la exposición a una fuente de calor intensa.
- No hacer ejercicio físico intenso durante las siguientes 48 horas.
Los resultados no son visibles desde el primer momento, éstos aparecerán entre el 2º y el 8º día tras la realización del tratamiento. Después de la primera consulta se le dará una cita de revisión que coincida más o menos con esta fecha para una valoración de los resultados con la doctora y, de ser necesario, se aplicará la corrección que se precise.
Posibles Efectos Secundarios
Cuando el tratamiento con toxina botulínica se realiza correctamente los efectos secundarios que puede llegar a producir son mínimos, entre los más comunes podemos destacar:
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Aparición de Hematomas en la zona inyectada: ocurre cuando, durante la aplicación del tratamiento, se rompe un pequeño vaso sanguíneo. Desaparece tras los primeros días y no suele requerir mayor atención.
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Ligera Asimetría de cejas: puede ocurrir por una aplicación desigual o por una respuesta diferente en las zonas tratadas. Cuando esto sucede, en la sesión de revisión se procede a la corrección con toxina botulínica.